Romero: Aceite esencial de pineno, canfeno, cineol, borneol, acetato de bornilo, pigmentos flavónicos, ácido rosmarínico, taninos, saponina. Eucalipto: Taninos, flavonoides, resina, aceite esencial (eucaliptol o cineol), pineno, endesmol, aldehídos, principio amargo. Menta: Mentol, el cineol o el limoneno y sus flavonoides, fenoles y taninos. Ortiga: Glucósidos, taninos, saponinas, proteínas, vitaminas C. D y K, histamina, mucílago, enzimas, gran cantidad de sílice. Salvia: Flavonoides, aceite esencial, glucósidos, taninos, ácido fosfórico, oxálico y nítrico en forma de sales, fitohormonas, pentosanas, aspargina, sustancias amargas y albuminoides. Equiseto: Contiene los ácidos silícico, oxálico, málico, aconítico o equisético, gálico, principios amargos, resina, glucósido saponínico llamado equisetonósido y tres heterósidos flavónicos: galuteolósido, isoquercitósido y equisetósido, fitosterol, taninos, sales potásicas. Laurel: Hierro, calcio, eugenol y cineol. Neem: Aminoacidos esenciales como: alanina, aspergina, acido espartico, cistina, acido glutamico, isoleucina fenilanina, prolina treonina, triptofano, taurina y valina. Fibra, carbohidatros y proteínas Caléndula: Flavonoides, carotenóides, sales minerales, ácido salicílico, aceite esencial, saponósidos.
Tónico, estimulante, bioactivador, antiseborreíco, astringente, purificante, antialopécico, tónico, revitalizante del cuero cabelludo y folículo piloso, acondicionador, tratamiento de la caspa.